Cuando comencé a hacer esta reseña pensé que no podía solo hablar del cómo fue el show y las canciones, había más que comentar, desde la previa, la terrible logística, la noticia de la hospitalización de Joe Elliot, las controversias con la fotografía que tomó Nikki Sixx en su visita al centro de la ciudad, del show en sí mismo y todo lo vivido en esas horas, en fin… considero que fue un concierto que tuvo trascendencia en muchos sentidos, más allá de lo musical.
Si, fue una larga previa desde que se anunció que venían estas dos bandas, no recuerdo bien si fue en noviembre o antes, lo único que recuerdo es sentir una alegría inmensa, de esas que te hacen saltar de emoción, tomar el teléfono y decirle a una amiga ¿Vamos?!! La solo idea de ver a estas dos grandes bandas, en especial a Mötley Crüe (pues ya había visto a Def Leppard) abría en mi mente un montón de expectativas e imaginarios, cómo sonarán, qué temas tocarán, cómo estarán con tantos años de edad encima, qué podremos ver… y había una sola certeza, no podría perderme este concierto, sería imperdonable. Bien así comienza la previa, la compra de las entradas, lo primero que pensé al leer el lugar del evento fue “ay no, no pudieron elegir peor lugar que el Simón Bolívar para este concierto”, y efectivamente eso lo vimos reflejado el día del evento.
En relación con lo anterior, la “organización” fue pésima, en años de ir a conciertos no recuerdo ver peor cosa que la del sábado 25 de febrero. Un absoluto desacierto. Los accesos desorganizados, horas de espera bajo un sol inclemente, el personal de logística absolutamente desubicado y sin tener noción de manejar al público, unas rutas laberínticas que no se entendían para poder llegar a cada localidad, y un caos interno que dejó un sin sabor tras la espera. Ni hablar de la sobredimensionada localidad de platino, casi que llegaba a la mitad del parque, un absurdo; dejando a la localidad general demasiado distante de la tarima.
Ese mismo día en la mañana circulaban desde temprano en los grupos y las redes la noticia de la hospitalización de Joe Elliott en la clínica Marly sin conocimiento del porqué, lo que suscito terribles especulaciones y ese temor de que pudiera ser cancelado el concierto o que Def Leppard no tocara. Afortunadamente, solo era un tema de mal de altura y para la tarde el vocalista ya estaba preparado para el show. Un pequeño susto en medio de todo lo que se estaba viviendo antes del concierto.
Otra de las sorpresas se dio el día anterior, cuando Nikki Sixx (bajista de Mötley Crüe) subió a sus redes sociales una fotografía de un habitante de calle como una mención de lo que vio en la ciudad de Bogotá; muy desafortunada y desubicada en mi opinión, pues la imagen no solo es desgarradora y triste, sino que Nikki no mostró otra cara de la ciudad y no profundizó en lo que esto podía significar, dejando en evidencia un aspecto real, pero poco afable de la ciudad. Sin embargo, cada uno tendrá su opinión al respecto, pero en la mía creo que a Nikki le faltó consideración e información al respecto, trastocó la imagen que otros se pueden llevar de Bogotá y del país. Sin ánimo de continuar con temas sensibles vamos a lo que nos atañe, el show en sí mismo y todo lo vivido en esas horas.
Luego del periplo del ingreso al parque por fin ya estábamos allí adentro, no tan cerca como hubiéramos querido, pero listas para este gran momento. Así paulatinamente, se va llenando el lugar, y muy a las 7:00pm comienza esta fiesta con KRAKEN, personalmente una alegría ver a Roxana Restrepo en tarima, su voz, su carisma, sus palabras y su honra al titán Elkin Ramírez fueron elementos que le dieron a la presentación un carácter emotivo; así mismo fue el escuchar canciones que se resisten al olvido y ya son himnos de nuestro rock nacional como: “Escudo y espada”, “Hombre mito, hombre leyenda”, “Frágil al viento”, un mix de “Hijos del sur / Muere libre / Aves negras”, “Lenguaje de mi piel”, y se cierra con “Vestido de cristal”. Muy merecido este lugar de teloneros para esta banda, aunque muchos discrepen y no estén de acuerdo, fue un gran inicio para esa noche mágica e inolvidable.
Muy puntualmente, a las 08:00 pm inicia DEF LEPPARD con una cuenta regresiva en las pantallas y un fondo a manera de papel tapiz con muchos símbolos propios de la banda. Entonces cuando llegamos al cero, comienza “Take What You Want” y tras las luces aparece Joe Elliott y la banda; así comienza esta fiesta, los espectadores gritando y/o grabando con sus celulares, mucha alegría, sin duda un inicio super emocionante. En la lista siguen “Let’s Get Rocked”, “Animal”, “Armageddon It”, temazos clásicos que el público coreó y disfrutó a su manera, con unas animaciones sorprendentes en las pantallas y sumado a las luces, esto fue un momento excepcional. Sigue la alegría con “Kick”, para luego darle paso a esa power ballad “Love Bites” que fue electrizante de principio a fin. Seguiría un momento especial con la bella y reciente canción “This Guitar” un juego en escena de varias guitarras acústicas y Joe Elliot agradece por la atención que recibió ese día en el hospital, otro bello momento de esta gran noche. En continuidad con las guitarras acústicas sigue otra gran canción “When Love and Hate Collide”. Se apagan las luces del escenario y llega el intro de “Rocket” las imágenes y las luces siguen haciendo espectacular cada canción.
Llega el turno de otra super balada “Bringin’ On the Heartbreak”, la cual fue como destapar un baúl de recuerdos de juventud. Con “Switch 625” se destacó el virtuosismo en las cuerdas, en las guitarras con Phil Collen y Vivian Campbell, y en el bajo con Rick Savage. Llega otro gran momento con Rick Allen en la batería y es ese tremendo solo que a todos deja paralizados y con cara de asombro, realmente estamos ante grandes músicos que no en vano llevan tantos años de trayectoria pese a cualquier dificultad. Vamos ahora con tres clásicos “Hysteria”, “Pour Some Sugar on Me”, “Rock of Ages” que fueron un real deleite. Para cerrar con una canción que quedaría grabada en la memoria “Photograph”, y es que así fue, muchas fotos de la banda desde sus inicios formaban un tapiz de memorias en la pantalla; pero lo más emotivo fue que se tomaron fotos del público que luego también saldrían en la pantalla formando un collage inmortalizando el momento. Sin duda, el show de DEF LEPPARD fue increíble, además de un suculento set list, la voz de Joe Elliot se conserva muy bien a pesar de que se le notó al final un poco agitado por la altura; sumado a guitarras, bajo y batería que sonaron impecables, con Phil Collen, Vivian Campbell, Rick Savage y Rick Allen respectivamente. Grande DEF LEPPARD.
El show de MÖTLEY CRÜE estaba previsto para las 10:00 pm y así comenzó, muy puntual. Aparece en la pantalla una de presentación de un noticiero en inglés que daba la bienvenida a la banda a Bogotá y aludía al lema “The future is ours” que apareció escrito en una pantalla central; termina la narración y suena “Wild Side” dejando ver un escenario con muchas luces, figuras puntiagudas, micrófonos que venían del techo y en él las estrellas de la noche: Vince Neil, Nikki Sixx, Jhon5, Tommy Lee y dos bellas coristas y bailarinas. Con esta primera canción ya era evidente que esto era una fiesta, así seguiríamos con “Shout at the Devil”, la letra en la pantalla, cámaras para cada uno de quienes estaba en el escenario. Otro par de clásicos seguirían “Too Fast for Love” y “Don’t Go Away Mad (Just Go Away)”, aquí Vince toma la guitarra y el tema nos recuerda esos ires y venires de la banda. Luego un tema más reciente en su discografía “Saints of Los Angeles” donde Nikki Sixx denota mucho de su carisma y energía al tocar el bajo. Seguirían otro par de clásicos “Live Wire” y “Looks That Kill”, que harían cantar y saltar al público. Viene “The Dirt” el tema propio de la película que volvería a poner a MÖTLEY CRÜE en boca de sus fans y atraparía a algunos nuevos.
Luego Vince Neil invita a Nikki Sixx al escenario y este sale con la bandera tricolor, el momento emotivo del show, la gratitud de Nikki hacia el público colombiano y su notoria felicidad de estar allí hace que invite a una fan del público a subirse al escenario y tomarse una foto con él (quien no hubiera querido tener la suerte de esta chica). Nikki presenta a Jhon5 y este realiza su solo de guitarra demostrando porque es un digno sustituto de Mick Mars, aunque este guitarrista será irremplazable. Hora del Middle, muy interesante por cierto por la selección de temas “Rock and Roll / Smokin’ in the Boys Room / Helter Skelter / Anarchy in the U.K. / Blitzkrieg Bop”.
Llega el momento caliente de la noche cuando Tommy Lee incita al público a que las chicas se suban en hombros y enseñen sus “tits”, varias chicas lo hacen y es genial ver esto en un concierto sin juicios ni prejuicios, y así queda bautizada la ciudad como Bogotits. Tommy comienza a tocar las primeras notas de “Home Sweet Home” y con esta canción el cielo se llena de voces que cantan esta canción a la nostalgia y la bonita luna que nos acompañaba esa noche. Viene una secuencia de clásicos “Dr. Feelgood”, “Same Ol’ Situation”, y obviamente no podía faltar “Girls, Girls, Girls” donde unas esculturas de cuerpos de mujer se erguen y todo es fiesta si sumamos además de la música el juego de luces, las imágenes en las pantallas, las tomas que se hacen de cada uno de los músicos, los coros y el baile de las dos chicas Crüe. Así llegamos al final con “Primal Scream” y “Kickstart My Heart” un tema muy apropiado para cerrar. Sin duda el show de MÖTLEY CRÜE vale la pena verlo, aunque la voz de Vince Neil ya no tiene la misma potencia y se queda corta en algunos momentos; lo demás es espectacular, el escenario, las imágenes de la pantalla, las luces, las chicas Crüe (con sus coros, bailes y cambios de vestuario), la festividad de las canciones y grandes músicos en escena. Por supuesto ver a una leyenda en vivo por primera vez en Colombia dejan ganas de verlos de nuevo.
En resumen, excelente concierto por las tres bandas vistas. Sobresale DEF LEPPARD por un sonido más impecable y la voz de Joe Elliot, pero MÖTLEY CRÜE siempre será MÖTLEY CRÜE y seguirá pateando traseros como lo dice una de sus canciones. Un show que vería más de una vez sin lugar a dudas.
Fotografía: Janneth Dueñas
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