El día 3 de mayo quedará en la memoria del público bogotano, ya que en ese mismo día se presentaron dos bandas de fama internacional en cada vertiente del metal. Por una parte en el teatro Royal Center, Rhapsody la banda pionera del Symphonic Power Metal con más de 20 años de trayectoria musical, y por otra parte, Slayer, la banda más ruidosa y compacta del Thrash Metal.
En esta ocasión, asistimos a Rhapsody, debido a que es un tour de reunión con Fabio Lione en las voces y Alex Holzwarth, quienes se sumaron a sus antiguos compañeros: Luca Turilli, Patrice Guers y Dominique Leurquin.
Lo mejor
- La solidez de la banda: es obvio la compenetración de los integrantes de Rhapsody, tanto en lo musical como en lo personal. Ingredientes para ofrecer un gran espectáculo a los asistentes.
- La entrega de Fabio Lione: el cantante habló todo el tiempo en castellano, siempre amable y empático con el público. No solo interpretó las letras de las canciones, sino motivó a los asistentes para que corearan, saltaran y disfrutaran la presentación.
- Luca Turilli: Su particular estilo y virtuosismo lo han convertido en todo un icono de la guitarra (más allá del power metal), y el público bogotano se lo hizo notar siendo ovacionado en más de una ocasión.
- Solos de Batería y Bajo: Alex Holzwarth (batería) y Patrice Guers (batería) no sólo demostraron su habilidad con sus respectivos instrumentos, también nos deleitaron con una pequeña muestra de Queen of The Dark Horizons, obra maestra del EP Rain of a Thousand Flames
- La voz de Lione: Su voz mejora cada vez más, y esto se notó principalmente en la canción Symphony of Enchanted Lands
- Canciones que nunca habían sido interpretadas: Canciones como Wings of destiny, o The Dark Tower of Abyss siempre quedarán en la memoria de los asistentes ya que antes de la presente gira nunca habían sido parte del setlist.
Lo peor
- Saturación de sonido: En algunas canciones, especialmente en las más potentes, la saturación de bajos impedía disfrutar claramente del sonido de las guitarras o incluso de la voz de Fabio.
- La falta de Alex Staropoli: Lo primero que uno nota en la presentación es la ausencia de un teclista (no hubo un reemplazo para Alex). Alex ha sido pieza fundamental en el sonido de la banda, y que no haya sido parte de esta reunión deja un sinsabor en algunos fans. Se sabe que por el tipo de música que crea Rhapsody es necesario el uso de algunas pistas, pero sin Alex las pistas terminan teniendo un protagonismo que no se espera de una presentación en vivo.
- La organización, debido a que se obligó a los asistentes a guardar las pertenecías por un valor de 2 dólares (aprox), a la hora de la entrega se generó desorden y demoras por más de 2 horas para devolver las pertenencias.
En general fue una gran experiencia, con muchos momentos inolvidables que los fans no olvidaremos, como ese enérgico arranque con Epicus Furor y Emerald Sword, o el impacto que causaba en el publico grandes clásicos como Land of Immortals, Dawn of Victory o Rain of a Thousand Flames, y que decir del apoteósico cierre con Holy Thunderforce + In Tenebris.