RESEÑA CONCIERTO HELLOWEEN Y HAMMERFALL
Bogotá 29 de septiembre de 2022

Después de casi tres años sin ir a conciertos, HELLOWEEN era el más esperado para este 2022, y al venir con HAMMERFALL la expectativa y el anhelo eran aún más grandes, para mí sería la quinta vez que vería a las calabazas en el país, y la octava en totalidad, y en cada una de ellas la emoción y la alegría siguen siendo grandes. Cerca de las 6:00 de la tarde arribamos al Movistar Arena y ya había filas a las afueras del recinto, especialmente para aquellos que estarían frente al escenario, se sentía un ambiente de fiesta, de alegría. Ni siquiera la terrible lluvia fue impedimento para que todo se desarrollara de la mejor manera posible, de hecho, el espectáculo superó todas las expectativas, al menos las mías.

Cerca de las 8:30 de la noche, inicia HAMMERFALL con un gran repertorio: “Brotherhood”, “Any Means Necessary”, “The Metal Age”, “Hammer of Dawn”, “Renegade”, “Last Man Standing”, “Hero’s Return / On the Edge of Honour / Riders of the Storm / Crimson Thunder”, “Let the Hammer Fall”, “(We Make) Sweden Rock”, “Hammer High”, y “Hearts on Fire”. Nunca los había visto en vivo, y el espectáculo que brindaron fue sorprendente, la banda sueca desató la fiesta del Heavy y el Power Metal que se viviría esa noche. Temas que creía olvidados regresaron a mi mente, parafraseando algunos coros, revivía momentos en que me gustaban varias de sus canciones y, aun me siguen gustando. Vale la pena resaltar que la voz de Joacim Cans sigue impecable, potente y como si no hubiesen pasado los años; así mismo el virtuosismo y carisma de Oscar Dronjack en la guitarra los hacen figuras destacables en el escenario e imprescindibles en la banda.

Llegaba el momento del plato fuerte, una ansiedad creciente en el público era alimentada por un telón con el logo de HELLOWEEN que cubría el escenario y atrás una pantalla que asomaba tímidamente algunas imágenes de la gira, el logo de United Forces. Al fin cae el telón, se encienden las luces, se ve en la pantalla la imagen del “guardián de las siete llaves” y se escucha una intro que luego daría lugar a los primeros acordes de “Skyfall” y aparece en la pantalla el vídeo de la canción; los gritos y la emoción llenaron el recinto, y la alegría los corazones, Michael Kiske da las primeras tonadas: “I fell from the sky…” y el público extasiado sigue el coro. Por mi parte, me parece sublime volver a ver HELLOWEEN en vivo, parece irreal; las imágenes, la calabaza gigante de luminosos ojos verdes sobre la cual está la batería, las luces y la familia de las siete calabazas en el escenario… todo parecía un momento onírico del cual no quería despertar. Sigue “Eagle Fly Free”, un clásico infaltable, con esto y unas explosiones que tiran cintas o serpentinas al techo, la temperatura se eleva, así mismo las voces del público; todo era un coro gigante, manos al aire, la masa moviéndose en éxtasis.

Seguiría “Mass Pollution” una canción del nuevo disco, pero Andi Deris dentro de su inmenso carisma invitaba al público a cantarla, hablando en un español de “puto gringo” (como el mismo lo dijo) advertía que cantaríamos de “puta madre” si nos aprendíamos la frase “Make some noise”, a pesar de no ser uno de los clásicos, las indicaciones de Andi invitaban a disfrutarla. Luego con Kei Hansen liderando la guitarra inicia “Future World”, el público canta “If you’re out there all alone…” y Michael Kiske continua con este temazo. Viene el turno de Andi Deris, que nuevamente habla al público, preguntaba ¿cómo se dice fuerza en inglés? la respuesta, “Power”, de nuevo los coros llenaban cada espacio del recinto. La sorpresa para mí y una de mis canciones favoritas “I’m Alive”, que gran momento, no lo esperaba, el concierto iba repuntando, todo cada vez mejor.

Llega otro de los mejores momentos de la noche, de uno de mis álbumes favoritos “Walls of Jericho” Kei Hansen interpreta “Metal Invaders / Victim of Fate / Gorgar / Ride the Sky / Starlight / Heavy Metal (Is the Law)”, unas maravillosas animaciones, la voz de Hansen y esos densos riffs del inicio de la banda, hacen sentir que estamos en el momento cúspide el show. Entonces hay que bajarle un poco a las revoluciones, es el momento de la balada “Forever and One (Neverland)” cantada a dúo por Andi Deris y Michael Kiske, los asistentes encienden las luces de sus celulares y bajo ese telón de estrellas, algo más de 10.000 almas cantan y vibran con esta canción. Se apagan las luces y llega el momento del solo de guitarra de Sascha Gerstner, sin palabras, belleza y talento en un solo ser.  “Best Time” es el siguiente tema, que suena muy sólido e impecable, una canción melódica y rítmica que fácilmente se vuelve “pegajosa”. obviamente no podía faltar “Dr. Stein” este divertido y clásico tema; en él destaco las guitarras de Kei Hansen, además de las imágenes de la pantalla. Andi Deris toma de nuevo el micrófono y en su “español agringado” señala que: “sigue una preciosa balada, algo para el corazón, algo para las chicas, obra de Michael Weikath”: “How Many Tears”, tema increíble al ser interpretado por Andi Deris, Kei Hansen y Michael Kiske en las voces y al ver a los tres guitarristas frente al público (Sacha Gerstner, Kei Hansen y Michael Weikath) la piel se erizaba y todo parecía un momento surreal, fuera del espacio y el tiempo, como si nada más existiese, solo ese presente. De nuevo se apagan las luces y la inmensa calabaza enciende sus radioactivos ojos verdes, suena la intro de “Perfect Gentleman” y así entra Andi Deris, ese perfecto caballero en escena con sombrero, bastón y chaqueta de lentejuelas; otro divertido y genial tema con el que Andi interactúa fabulosamente con el público. Viene una de mis canciones favoritas en vivo: “Keeper of the Seven Keys”; para mí este tema es como un viaje en el tiempo, es recordar y sentir que han pasado al menos 25 años y sigo amando esta banda y esta canción, es algo indescriptible… otro detalle importante fue la cantidad de simbolismos en la pantalla, lo cual hizo que esta canción en vivo fuera pura magia; en un largo final Michael Kiske tomó la bandera de Colombia, se fueron presentando cada uno de los músicos e iban ingresando al backstage para prepararse para el gran final. Es hora del cierre con “I Want Out”, una fiesta total, con globos, luces, unas caricaturas muy divertidas en la pantalla, en fin, la canción seguía ese toque de la gira del Pumkins United que vimos en 2017 y 2018; un final muy divertido, con interacción del público al corear “I want out”, una explosión de miles de papelitos que cubrieron el frente del escenario; un final increíble, los agradecimientos de la banda, los aplausos y la emoción a flor de piel. ¡¡Tremendo Show!!

Puedo decir sin temor a equivocarme que HELLOWEEN siempre la rompe, dada la entrega de todos sus músicos, el carisma de Andi Deris (un gran frontman), la leyenda de Michael Kiske, y el poder del super abuelo (como le llamó Andi Deris) Kei Hansen. Estas siete calabazas dan lo mejor de sí en cada una de sus presentaciones. Debido a ello, sumado a la alegría desbordante, un público entregado (cantando a todo pulmón), y la emoción a flor de piel, un concierto de HELLOWEEN siempre se hace inolvidable. Se quedan cortos los adjetivos para estos momentos. Es terminar sin voz, cansados, pero felices.

Créditos fotografía:

Janneth Dueñas

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