Treinta años rugiendo: razones para no perderse Rock al Parque 2025

En pocos días el Parque Simón Bolívar volverá a convertirse en el centro de gravedad de la distorsión: Rock al Parque 2025 celebra tres décadas de historia con 56 bandas, un nuevo lema —“Bogotá es mi casa, es la casa del rock”—, y suficientes novedades para que incluso la vieja guardia se sienta ante un festival distinto. Siguiendo la tradición de A33 Revoluciones, desgranamos diez razones —de la 10 a la 1— para vivir este aniversario.

  1. El eje latinoamericano se expande
    El cartel internacional presume de una línea imaginaria que va de Montevideo a Ciudad de México pasando por Buenos Aires, Panamá y São Paulo. Allí conviven la ironía pop-rock de El Cuarteto de Nos, el reggae veterano de Los Cafres, el ska-punk de Los Rabanes y el metal alternativo de A.N.I.M.A.L..
    ¿Por qué importa? Porque cada una de estas bandas aterriza con discos recién horneados y sets especiales: los uruguayos prometen estrenar “Fiesta en lo de Luis”, mientras A.N.I.M.A.L. celebra 30 años de Fin de un mundo enfermo con un bloque completo. Si tu paladar es ecléctico, el sábado y el lunes serán banquete.
  2. Dismember y el rugido vikingo
    Un peso pesado del death metal sueco hará presencia en el festival. Dismember llega como uno de “los cuatro grandes” de Escandinavia. Espera afinaciones al piso, blast-beats que compiten con los latidos y, sobre todo, “Dreaming in Red” coreada por miles de camisetas negras al atardecer.
  3. Hardcore paulista al frente: Black Pantera & The Monic
    El afro-punk abrasivo de Black Pantera y el rock alternativo femenino de The Monic representan la primera invasión brasileña en la historia de Rock al Parque. Los primeros combinan riffs thrash con letras antirracistas; las segundas traen un EP producido por Martin Mendonça (Pitty) que ya incendió Lollapalooza BR. Agenda domingo, escenario Bio.
  4. La trilogía bogotana que no afloja
    Diferentes generaciones, un mismo objetivo: defender la casa. Don Tetto (2003), La Derecha (1994) y Polikarpa y sus Viciosas (1994) compartirán el escenario Plaza el lunes. Cada una estrena sencillo: “Ojos vendados”, “Días raros” y “Baila con rabia”, respectivamente. Verlos juntos es recorrer 30 años de rock capitalino en tres actos.
  5. Veinte nuevas razones para creer
    La Beca Rock al Parque 2025 cosecha 20 proyectos distritales que van del shoegaze de Buha 2030 al thrash de Devasted. Llega temprano (1:00 p. m. en punto) y practica excavaciones: quizá salgas con la próxima banda de culto en tus playlists.
  6. El escenario Eco cambia de postal
    Esta tarima se muda al costado oriental del lago, rodeada de árboles y con mejor flujo hacia baños y food-trucks. Visualízalo: blast beats rebotando en el agua mientras el sol cae detrás del Simón Bolívar. Literalmente otro paisaje sonoro.
  7. ZAE: vinilos, serigrafía y café para resucitar
    La Zona de Arte y Emprendimientos (más de 50 stands) vuelve con vinilos raros, ilustración, merch custom y café de origen. Pausa perfecta entre pogos: prueba la cold brew de los chicos de Chapinero o llévate la litografía de tu canción favorita antes de que se agote.
  8. Viajar sin dramas
    Idartes pactó con TransMilenio rutas especiales que operarán hasta las 11 p. m. —TransMiZonal en la Av. 68 y servicios ampliados por calles 26, 53 y 63—. Si vas en bici, hay parqueaderos vigilados junto a la Biblioteca Virgilio Barco; si conduces, cuatro lotes oficiales esperan tu carro.
  9. Treinta años, un mismo pulso
    En 1995 unas 80 000 personas llenaron La Media Torta y el Olaya Herrera para la primera edición. Tres décadas después, el festival prepara conversatorios con fundadores, proyecciones de archivo y un fanzine con setlists míticos.
  10. El pacto de convivencia
    Puertas abren a la 1 p. m.; cierre 10 p. m. sábado y 9:30 p. m. domingo-lunes. Habrá zonas específicas para consumo responsable de alcohol (solo mayores de edad) y vuelve la regla de oro: cero camisetas futboleras —ni locales ni internacionales— para evitar roces. Tampoco aerosoles, latas ni sombrillas con punta. Así, la furia queda en los amplificadores, no en la grada.

Checklist final: bloqueador, impermeable, termo y oído abierto. La ciudad que un día inventó un festival gratuito para 80 000 soñadores hoy nos reta a escribir el siguiente capítulo. Nos vemos en el pogo: Bogotá es tu casa; el rock, tu pasaporte.