Durante tres vibrantes días, del 9 al 11 de noviembre, Bogotá se transformó en el epicentro del rock en América Latina con la edición 2024 de Rock al Parque, un evento que, como cada año, congrega a decenas de miles de seguidores de distintas vertientes musicales. Desde el heavy metal hasta el rock alternativo, Rock al Parque sigue rompiendo barreras y consolidando su posición como uno de los festivales gratuitos más icónicos del continente.
Riffs Potentes y Escenarios Rebeldes
Este año, el Parque Simón Bolívar fue testigo de la presentación de 58 bandas, incluyendo 20 distritales, 9 nacionales y 29 internacionales. Como es costumbre, los tres escenarios Plaza, Bio y Eco sirvieron de plataforma para el despliegue de géneros, sonidos y propuestas que cautivaron al público desde el primer acorde. La primera jornada comenzó de forma arrolladora con bandas como Loathsome Faith, Dirkschneider, Haggard, Hypocrisy, La Pestilencia y Testament, cuyo thrash resonó entre los árboles del parque, cerrando un día en el que la lluvia no fue impedimento para disfrutar al máximo. El segundo día no desentonó, con presentaciones destacadas como las de Todos Tus Muertos, Kraken y la ya mítica Doro, que brillaron en la lluviosa tarde y noche bogotana. El último día fue una celebración que culminó con broche de oro gracias a Austin TV, Los Toreros Muertos y Mago de Oz, quienes desataron una catarsis colectiva entre los miles de asistentes. Estos últimos, aunque inicialmente criticados por ciertos sectores de la escena local, demostraron que siguen más que vigentes y cuentan con una gran fanaticada.
Más Que Música: Experiencias y Conocimiento
La Zona de Experiencias fue una de las novedades más aclamadas, dando un respiro y ampliando la oferta de Rock al Parque más allá de lo musical. Firmas de autógrafos, presentaciones acústicas y sets de DJ que exploraron subgéneros como el hardcore y el punk llenaron este espacio. DJ Bache y DJ Ratica inauguraron la zona con un set enérgico que conectó perfectamente con el ambiente eufórico del festival. Además, figuras como La Pestilencia ofrecieron sesiones de autógrafos que crearon lazos más íntimos entre las bandas y sus seguidores.
Pero Rock al Parque no se limitó solo al espectáculo. La agenda académica fue un componente esencial, ofreciendo talleres y conversatorios sobre la autogestión en la industria musical y cómo presentar música a programadores y medios. Esta iniciativa, que se desarrolló del 5 al 9 de noviembre, convirtió al festival en una plataforma de aprendizaje que benefició a músicos, productores y aficionados que desean profesionalizar su pasión por la música. Entre las actividades más memorables destacó «La Guitarra de Testament,» un conversatorio en el que el guitarrista Alex Skolnick compartió su trayectoria y habló sobre sus incursiones en el jazz y el thrash metal, explorando las influencias y experiencias que han marcado su carrera a lo largo de los años.
Impacto Cultural y Logística Bajo Presión
Con una asistencia masiva, Rock al Parque 2024 demostró una vez más su relevancia cultural. Sin embargo, la infraestructura de Bogotá sintió la presión de los miles de asistentes. El sistema de transporte público, TransMilenio, extendió sus horarios para acomodar el flujo de personas, aunque las largas esperas y las congestiones fueron inevitables. La logística se convirtió en un tema de conversación en redes, con algunos usuarios expresando su frustración por la falta de buses disponibles y las complicaciones de desplazamiento.
Un Éxito que Reafirma su Esencia
A pesar de los desafíos, Rock al Parque 2024 fue una reafirmación de la esencia de un festival que celebra la diversidad, la resistencia y la unión a través de la música. Este año, Bogotá no solo fue un escenario para artistas consolidados y emergentes, sino también un punto de encuentro para una comunidad que cada vez abarca más voces, géneros y experiencias. La edición 2024 no solo dejó memorias imborrables, sino que subrayó el compromiso del festival con la cultura, la inclusión y el rock en todas sus expresiones.
